Con la nueva adaptación cinematográfica de Frankenstein ahora todo mundo recuerda (o lee por primera vez) la historia escrita por Mary Shelley. Una historia harto filosófica donde, en mi opinión, los sentimientos superan por mucho el horror y la ciencia ficción.
En cuanto a Lovecraft se refiere, uno de los primeros encargos que tuvo de manera profesional fue el de un relato que seria publicado por entregas. La serie se publicó con el título de Grewsome Tales y narraba las andanzas de dos jovenes estudiantes de medicina obsesionados (uno más que el otro) con la idea de devolver la vida. El encargo se alargo un tanto en el tiempo por lo que se considera que eso mismo hizo que perdiera un poco el hilo (escribía otras cosas a la par) de modo que el resultado final suele ser comparado con un homenaje fallido al Frankenstein de la escritora. Lovecraft no quedó nada satisfecho y acabó odiando esa manera de escribir.
"Escribir por encargo una serie de episodios artificiales implica una violación de toda espontaneidad y singularidad que son la base del relato corto. Supone que el infeliz escritor salta del mundo del arte a uno mecánico y carente de imaginación […]. Por desgracia cuando uno necesita dinero no puede tener escrúpulos […] por tanto ¡acepté el trabajo!"
El relato fue rebautizado como Herbert West - Reanimador y se volvió canónico dentro de los mitos al mencionar por primera vez la Universidad Miskatonic y a futuro, gracias a la famosa película de los 80,s (Re-Animator), se hizo muy popular entre los adeptos a las películas de horror.
Como sea, si el relato debe ser comparado de alguna manera con el de Shelley esto recaeria solamente en que trata de un médico un tanto enloquecido por la obsesión de lograr reanimar un cadáver (y que este tenga conciencia) con el resultado de crear monstruos físicamente incompletos que al final buscan venganza sobre su creador. El relato tiene momentos buenos aunque en ocasiones se vuelve un poco tedioso al tener al inicio de cada parte el resumen de lo que había ocurrido antes. Al final él relato es más parecido a la visión/creencia popular de lo que es Frankenstein por lo mostrado en las películas y series de los años 30.
De hecho, aunque Lovecraft gustaba del cine comenzó a despotricar en contra de las adaptaciones literarias a ese medio.
"A pesar del reciente aumento de calidad de algunas películas —principalmente por la introducción del sonido—, la mayoría son tan fútiles e insípidas como antes" , "en general, el cine siempre vulgariza y degrada cualquier material literario que utilice, especialmente si este trata algo sutil o inusual".
Desde ese entonces Lovecraft era del parecer
de que la única manera de apreciar películas como Dracula o Frankenstein sin ofender la memoria de sus respectivos creadores era considerarlas como algo nuevo, como algo separado de la novela original.
Como mero dato anecdótico mencionar que el relato de Herbert West contiene una de las más sonadas referencias racistas de Lovecraft al comparar a un boxeador de raza negra con un gorila.



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