Una vez más el Necronomicon trasciende el tiempo y el espacio para hacer acto de presencia.
Hace unos días en un grupo de FB hice saltar, sin querer, el tema de la veracidad del libro en una apasionante discusión y, como siempre, salieron a relucir algunos de los mitos que envuelven esta obra ficticia.
A continuación expongo, por si hay alguien que no lo sepa, algunos de los mitos que rodean al enigmático libro (y de refilón a Lovecraft).
Mitos
1. Lovecraft escribió el Necronomicon.
Se tiene la creencia de que Lovecraft escribió el Necronomicon de igual manera en que escribía sus relatos. Así, de este modo, los Necronomicones que venden las distintas editoriales serían copias actuales de ese Necronomicon autoría de Lovecraf bajo su alias del árabe loco Abdul Alhazred.
2. Lovecraft era un místico que sabía de la existencia de un libro maldito sobre el cual basó el suyo ficticio para sus relatos.
Algunos pasajes de la vida de los padres y abuelo de Lovecraft son tomados con tanto velo de misterio que se cree que el abuelo inició a su nieto desde muy pequeño en los saberes del misticismo de modo que Lovecraft llegó a conocer la existencia de un libro verdadero con las propiedades que él describía y relataba en sus historias bajo el nombre ficticio de Necronomicon.
3. El árabe loco existió en verdad y por tal el Necronomicon también es verdadero.
Gente adentrada en lo místico y esotérico asegura que el Necronomicon es un libro verdadero escrito por el mismísimo Abul Alhazred el cual contiene conjuros reales así como directrices para llevar a cabo ciertos rituales, invocaciones y creación de pociones y amuletos. Lovecraft, según esta teoría, no hizo más que mencionar el Necronomicon en sus relatos al igual que hizo con otros libros reales que mezclaba dentro de su ficción.
4. Se sabe (o se supo) del paradero de un par de Necronomicones.
La gente creyente de este libro como algo real tiene por seguro que el paradero de un par de ellos está o estuvo tanto en Argentina como España.
Mito de la ficción
El Necronomicon es un libro el cual al ser leído, invariablemente, conduce a la locura y que si se llega a leer completo provoca la muerte instantánea.
Version "oficial"
Sin embargo, para rizar más el rizo, existe evidencia de que Lovecraft no leyó lo de Chambers sino hasta después de haber inventado el Necronomicon así que todo sería una "feliz" coincidencia.
También existe evidencia de que Lovecraft comulgaba con la idea del "materialismo" (Sistema filosófico, opuesto al espiritualismo, que considera que solamente existe la materia y que reduce el espíritu a una consecuencia de ella.) por lo que decir que estaba adentrado en cosas místicas y/o esotéricas para volver a la teoría de la inspiración de su libro es hacer que el pobre se retuerza en su tumba.
Las aseveraciones de la localización del Necronomicón se deben mayormente a que Lovecraft en su ficción mencionó dónde se encontraban ubicados algunos de sus ejemplares. La Biblioteca Nacional de Buenos Aires fue una de ellas y cuenta la leyenda que Jorge Luis Borges (por alguna extraña razón -pues se cuenta que no tragaba la obra de Lovecraft-), cuando estuvo a cargo de ella, introdujo la ficha del libro al catálogo. Otra de dichas ubicaciones sería el Archivo Histórico de Simancas (España) y se toma como cierta debido a una pequeña introducción ficticia contenida en uno de los libros más socorridos (debido a la época -1969- e idioma en español) dedicados a los Mitos de Cthulhu. Al parecer, la gente sin más, toma como algo verdadero tanto el auto-homenaje de este último autor como la "broma" de Borges.
En cuanto a los efectos del libro en la ficción de Lovecraft, el leer el Necronomicon no causa una locura instantánea. Esto puede ser corroborado en más de uno de sus relatos donde algunos de sus personajes han tenido la oportunidad de leerlo y ni siquiera, cuando se dan cuenta de que lo escrito en él es real, acaban dementes.
Lo que sí es bien seguro es que TODOS los Necronomicones que pueden ser conseguidos por ahí no son sino meras representaciones artísticas (dibujos de los seres lovecraftianos, símbolos, señas mágicas y palabras a modo de ensalmos o invocaciones), o compilados de los relatos de Lovecraft donde se menciona al Necronomicon, o libros avocados al misticismo y al esoterismo escritos con toda intención de embaucar y engañar a los incautos añadiendo en sus portadas que fueron escritos por el mismísimo Lovecraft.
El último de estos "Necronomicones" sería el llamado Necronomicon de Simón, un texto que entremezcla, pretendiendo hacer de puente, algunas doctrinas y conjuros "reales" del misticismo con lo escrito por Lovecraft. Algo así como sacar algo "nuevo" de la amalgama de dos cosas distintas.
Así pues el tema del Necronomicon pareciera estar destinado a permanecer en una niebla muy densa de misterio, desconocimiento y auto-convencimiento de los cuales hay quien se aprovecha y saca tajada (al venderlo y hacerlo pasar por real) y no hace más que seguir alimentando el mito y la pelea entre razón y "fe". ¿Qué pensaría Lovecraft de todo esto? Lo más probable es que escribiera alguna columna en los diarios para despotricar y llamar menos que idiotas a los que defienden la veracidad de su invención.
Una lastima que la mayoría de la gente no le dé el crédito que merece a Lovecraft por haber creado un libro ficticio que ha trascendido en el tiempo y se ha convertido en EL libro maldito por excelencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario