Así pues, cogí un día y me llevé mi colección de libros Lovecraftianos (junto con otros cuantos de otros estilos) y en la librería, tras revisarlos, el hombre me dijo que me compraba todos menos los de Lovecraft. Intrigado pregunté el motivo por el cual no me los compraba y me dijo "esos no me los va a comprar nadie". Al lado del hombre estaba su ayudante que volteó a mirarlos de reojo y luego se quedó mirando a su empleador como diciendo WTF.
Por mi mente pasó el explicarle que todos eran relatos de Lovecraft, incluso estuve a punto de decirle que buscara en el ordenador el precio a lo que se vende cada relato por separado (porque cada uno de mis libros contenían varios relatos) pero casi enseguida pensé: "¿para qué demonios me voy a desgastar explicándole nada a este humanoide?".
Así que le dije que ok, me pagó los otros y me fui con mis libros de Lovecraft directo a la biblioteca para donarlos.
Y esa es mi valiente historia.
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