Me sangran los oídos y mi alma llora al mismo tiempo que el maestro Lovecraft muy probablemente debe de retorcerse en el más allá cada que alguien la oye. No obstante, ahí va.
18seg fueron suficientes para amargamar todo un catálogo de insultos para esta fémina y su tecladista que igualmente sale empapado del repudio colectivo.
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ResponderEliminar18seg fueron suficientes para amargamar todo un catálogo de insultos para esta fémina y su tecladista que igualmente sale empapado del repudio colectivo.
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