La mayoría de la gente cree que Mark Harrigan está
loco. No pueden culparlo si es que lo está – ha vuelto de la guerra, ha visto
cosas que ningún hombre debe ver, y hay muchos que regresan destruidos en mente
o espíritu. Pero Harrigan volvió en una pieza, todo correcto. Tenía a Sophie.
Sophie le creía, le creyó cuando él le escribió sobre las cosas que veía – no los hombres matando otros hombres, sino otras cosas, los monstruos. Ella creía, y eso era suficiente para mantenerlo cuerdo en las trincheras, suficiente para mantenerlo vivo.
Entonces volvió a casa y fue a visitar a Sophie, y encontró que la razón por la que ella le creía era que tenía una de esas criaturas dentro de sí, comiéndola de dentro hacía afuera. Mientras observaba con impotente horror, ella se desvanecía en el aire gritando mientras la cosa terminaba su comida.
Ahora todos piensan que Mark Harrigan está loco. Tal vez lo esté. Tal vez finalmente está perdido. Pero sabe que los monstruos son reales y que están aquí, y él va a detenerlos. Mientras se inclina en frente del altar en la Iglesia sur, ora por el alma de Sophie, y ora por el perdón de los muchos, muchos pecados que está a punto de cometer por todo este pueblo abandonado por dios.
Sophie le creía, le creyó cuando él le escribió sobre las cosas que veía – no los hombres matando otros hombres, sino otras cosas, los monstruos. Ella creía, y eso era suficiente para mantenerlo cuerdo en las trincheras, suficiente para mantenerlo vivo.
Entonces volvió a casa y fue a visitar a Sophie, y encontró que la razón por la que ella le creía era que tenía una de esas criaturas dentro de sí, comiéndola de dentro hacía afuera. Mientras observaba con impotente horror, ella se desvanecía en el aire gritando mientras la cosa terminaba su comida.
Ahora todos piensan que Mark Harrigan está loco. Tal vez lo esté. Tal vez finalmente está perdido. Pero sabe que los monstruos son reales y que están aquí, y él va a detenerlos. Mientras se inclina en frente del altar en la Iglesia sur, ora por el alma de Sophie, y ora por el perdón de los muchos, muchos pecados que está a punto de cometer por todo este pueblo abandonado por dios.
Arkham Horror _______
Nadie volvió de la Gran Guerra a casa sin haber cambiado, muchos volvieron de la guerra rotos en cuerpo y espíritu, pero los cuerpos destrozados y gritos de agonía de sus camaradas no fueron los únicos horrores que Mark Harrigan vio en las trincheras. Otras cosas acechaban en las tierras de nadie (cosas que Mark no podía explicar). Sólo Sophie, su esposa, su brillante estrella, creía en las historias que lo contó mediante cartas, historias de bestias acechantes y sombras monstruosas. Fue la fe de ella en él lo que le mantuvo entero a través de los bombardeos y el gas. Él volvería a verla. Podría oírla reír y ver sus ojos brillando al sol. Pero, cuando por fin volvió a casa, ella no era la misma. Había algo dentro de ella que se había apoderado de su cuerpo y la devoraba desde dentro. Él no podía hacer nada sino mirar desvanecerse la luz de sus ojos mientras moría.
Ahora todo mundo cree que Mark Harrigan está loco. Puede que a fin de cuentas haya perdido la cabeza. Pero sabe que los monstruos son reales y no descansará hasta que cada uno de estos horrores pague por lo que se llevaron.
“Voy a salir por esa puerta llevándome este libro. Si alguien quiere detenerme, es libre de intentarlo.”
Eldritch/ A. LCG/ A.H.3
"Todos tenemos cicatrices. Las mías me recuerdan seguir luchando."
Misión: R'lyeh | Misión Cumplida | Te Fallé | ||
Cuando el sobre llegó con el correo, Mark no lo abrió en seguida. Se dijo a sí mismo que quería saborearlo, que no estaba realmente solo asustado. Es posible que incluso no estuviera engañándose a sí mismo.
Finalmente, tras un trago para calmar sus nervios, rasgó el papel amarillo. Fotografías y recortes de periódico y páginas y páginas de texto a máquina derramados. Por fin, sabía qué mató a Sophie... y dónde encontrarlo.
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Mark aterrizó fácil, sus botas crujían sobre la grava. Grava de Arkham. Estaba de vuelta en casa.
Sacó su último cigarrillo y lo encendió, sonriendo por primera vez en mucho tiempo.
"Lo hice, Sophie. Lo hice."
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Aún podía oírla gritando. Solía ser cada noche, pero fue peor, esta vez. Podía oírlo algunas veces cuando estaba despierto.
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