noviembre 21, 2016

Bitácora: Arkham LCG [ 0 ]

Tras jugar la partida "de conocimiento" y de releer el reglamento y aclarar algunas dudas en los foros, me dispongo a llevar a cabo la primer partida en forma; para ello me tomaré la libertad de piratear una idea ajena y registrar la partida a manera de relato, se me antoja hacerlo ya que la ambientación y narrativa del juego ayudan bastante. Continuare usando a Roland Banks (aunque mi personaje tendrá otro nombre), pues ahora conozco un poco sus cartas, pero creare un mazo propio para ver que tal. Así pues... que comience el horror!!!
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- Septiembre 20, 1925

Hace casi un mes recibí una carta del Doctor Milan Christopher, Entomólogo, un viejo amigo de la infancia el cual volvería a encontrarme durante el primer curso del instituto, de ahí que supiera cómo contactar conmigo pues se acordaba de mi firme intención de convertirme en agente federal.
La carta hacía referencia a extraños sucesos ocurridos en Arkham, nuestra ciudad natal. Hablaba sobre personas desaparecidas y un ambiente de hostilidad latente muy parecido a la histeria colectiva. Mencionaba también que un conocido suyo, un tal Carter, policía de la ciudad (que fue quien dio con mi paradero y dirección), halló un extraño espécimen... un ser o bestia fuera de este mundo, según su apreciación.
Tras examinarlo, Christopher determinó que muy probablemente se trataba de una especie nueva pero que pronto ambos comenzaron a sospechar o mejor dicho, temer, que dicha criatura podría tener relación con lo que sucedía en Arkham.
Muy poco interés me produjo todo esto y no me parecían más que imaginaciones y conjeturas fantásticas, sin embargo, junto con la carta había una fotografía de Christopher al lado del ser en cuestión. El mero hecho de verla despertó en mí una extraña combinación de miedo y sensación de peligro de la cual no puedo deshacerme. Es como aquella vez cuando se descubrió mi tapadera en Chicago al estar infiltrado (la red de tráfico de alcohol y prostitutas asiáticas)... esa sensación de estar solo, sin tener dónde ocultarse y saber que en cualquier momento vendrán a por ti.

Así, contesté a la carta de Christopher y le dije que me intrigaba y que me contara aún más. En respuesta, un par de días después apareció en mi despacho un sobre lleno de copias mecanografiadas de informes, testimonios, fotografías y recortes de periódico. Todo ello aumentó realmente mi interés sin contar que la carta daba a entender que el material enviado no era todo del que disponían. Decidido a hacerle una visita rápida sin saber realmente qué esperar pedí un permiso especial de 2 días, un fin de semana, y cogí el tren a Arkham.

Era media tarde cuando llegué, Christopher y Carter estaban esperándome en la estación; al parecer Milan no pudo superar su miedo a aprender a conducir por lo que Carter se había tomado la libertad de hacerle de chófer. La situación me desagradó un poco pues no esperaba su presencia ni mucho menos la del chucho policía que iba acompañándole pero me resigné.
Tras un trayecto poco placentero en coche, llegamos al fin a casa de Christopher y nos instalamos en su estudio, durante un par de horas estuvieron mostrándome todo el material que habían reunido e incluso tenían a mano traducciones de libros que versaban sobre cosas esotéricas, cultos paganos y referencias no muy claras acerca de seres "primitivos" o "primerizos" o algo por el estilo.
Extrañamente, lo que explicaban dichos libros me sonaba de algo... no sabía si fue algo que oí de niño y de pronto recordé una escena de mi abuelo reunido en casa con otros cuantos hombres aún más viejos que él y cuando más inmerso estaba en esos pensamientos de repente oímos un ruido extraño, no sé cómo explicarlo pero se oía proveniente de toda la casa. Christopher salió al pasillo dirigiendo su mirada hacia la parte de arriba y acto seguido la puerta se desvaneció ante nuestros ojos.

Por un instante Carter y yo nos quedamos mirando incrédulos hacia donde ahora solo había pared y reaccionamos al oír a su perro policía ladrando fuera de la casa. Nos pareció haber oído también a Christopher gritando por lo que, de manera desesperada, comenzamos a golpear la pared sin éxito. Los ruidos no cesaban, estaban por todos lados pero sobre todo parecían estar en la parte del suelo, bajos nuestros pies; movimos el escritorio donde teníamos los documentos y justo cuando Carter se estaba agachando para poner el oído junto a la madera, ésta se partió dejando aparecer unas garras que intentaron asirlo; mi reacción fue sacar la pistola y descargar unas cuantas balas lo cual hizo desaparecer esas blasfemas cosas parecidas a manos. Al reponerse de la sorpresa, y estando aún tumbado en el suelo, Carter sintió debajo de la alfombra algo abultado, resultó que era el pomo de la puerta; la maldita puerta que estaba en la pared ahora yacía en el suelo, pero no estaba derribada, no, estaba en el maldito suelo... formaba parte de él. En este punto creí que Carter estaría cagado de miedo  y que tendría que forzarle a actuar pero me satisfizo ver que no sería así pues mientras yo me dedicaba a recargar la pistola me dí cuenta de que él ya tenía la suya en mano. Me preguntó si tenía linterna a lo cual respondí afirmativamente y colocándome para cubrir el flanco que él dejaba libre le hice seña de abrir la puerta...

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